El estudio HEROES investigó el impacto psicológico del COVID-19 entre profesionales del cuidado de la salud
El Dr. Eliut Rivera-Segarra y la Dra. Alixida Ramos-Pibernus, investigadores y facultad de la Escuela de Ciencias Conductuales y Neurales de Ponce Health Sciences University (PHSU), son coautores de un artículo publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet Psychiatry, con base en el Reino Unido. El Dr. Rivera-Segarra y Ramos-Pibernus son parte del “COVID-19 HEalth caRe wOrkErS (HEROES) Study”, un equipo de investigadores de más de 21 países, incluido Puerto Rico, que tiene como objetivo examinar la salud mental del personal de la salud durante un período de 20 meses en asociación con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Este artículo es un poco distinto a un artículo de investigación tradicional porque es más una reflexión teórica sobre nuestro trabajo y procesos de formación de equipos de investigación enmarcada en el contexto del estudio HEROES. Hay una discusión actual a nivel global que tiene que ver con el reconocimiento de cómo el movimiento de salud mental global a menudo reproduce los patrones de opresión y explotación que pretenden abordar. Esos desequilibrios de poder se pueden ver dentro de los proyectos de investigación académica, por ejemplo, cuando un estudio o publicación que aborda la salud mental en los llamados “países de bajos y medios ingresos” está dirigido en su totalidad por investigadores e investigadoras en y desde “países de altos ingresos” a pesar de que en ese lugar se cuenta con el conocimiento y la experiencia para liderar ese tipo de trabajos”, indicó el Dr. Rivera-Segarra.
Según se dijo, en el artículo se argumenta que esto es un ejemplo claro de un comportamiento que socava el conocimiento y las habilidades del personal e investigadores en y desde esos “países de bajos y medios ingresos”. Rivera-Segarra expresó que algunos estudiosos han acuñado el término “colonialidad de la salud mental global” precisamente porque esas conductas imitan y replican los patrones de explotación del colonialismo.
“Desafortunadamente, esto no es una excepción, sino más bien la norma. Y puedo decirles como investigador puertorriqueño nacido, adiestrado y que vive en Puerto Rico, que esto me resonó mucho, particularmente después del huracán María y las secuencias sísmicas porque a pesar de que en Puerto Rico hay personas, comunidades e instituciones con los conocimientos y experiencias para liderar este tipo de estudios, una parte sustancial de los equipos de investigación, el acceso y manejo de las subvenciones y las publicaciones sobre el tema no nos incluyen. Y no queríamos que eso sucediera en este estudio. Así que, en este documento, compartimos nuestras experiencias y prácticas colectivas para abordar esa colonialidad”, puntualizó Rivera-Segarra.